Desde el Palacio de San Francisco, Bogotá dijo presente en su primera bienal de arte: la BOG25, que tiene como tema central la felicidad. El mismo recinto que a través del tiempo ha pasado por todo tipo de transformaciones, como ser la sede de la Gobernación de Cundinamarca e incluso haber sobrevivido a un incendio que consumió todo su interior en el Bogotazo, fue el lugar elegido para dar inicio a lo que ha convertido a la capital en un museo a cielo abierto.
El edificio, una joya arquitectónica que fue restaurada por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) en articulación con la Gobernación de Cundinamarca, renació junto con la Bienal de Arte de Bogotá, pues el evento artístico ya se había intentado realizar en 1988, pero solo tuvo una versión.
Los cordones de terciopelo r