Pocas veces la grada de Son Moix ha reclamado con tanto ímpetu que le llegué el balón a un jugador como ocurrió ayer con Jan Virgili . El extremo catalán entró al terreno de juego con 0-1 en el marcador y revolucionó el partido entre Mallorca y Atlético de Madrid haciendo lo que mejor se le da: encarar . Desde la primera jugada en la que tocó el esférico y regateó a Nahuel Molina, se escuchaba un runrún en la grada cada vez que le llegaba la pelota, presagiando quizás lo que iba a ocurrir en unos instantes.
El ex del Barcelona le puso un balón en bandeja a Muriqi para que el kosovar tan solo tuviese que poner la frente y empatar así un encuentro que los de Arrasate estaban perdiendo con un futbolista más sobre el césped.
El miedo entraba en el cuerpo de los colchoneros cada ve