En su documento fundacional se dice que Naciones Unidas nació para "salvar a las futuras generaciones del azote de la guerra", pero 80 años después de su fundación ese objetivo parece más lejano que nunca. Las guerras en Gaza, Ucrania, Sudán o Myanmar así lo atestiguan. Pero también el rearme generalizado, las crecientes tensiones globales o las maniobras de las grandes potencias nucleares para arrogarse esferas de influencia en su vecindario geográfico. Esas dinámicas planearán sobre el debate en la Asamblea General de la ONU de esta semana, la gran cita anual de la diplomacia mundial . Un evento que servirá también para evidenciar la caducidad de los mecanismos creados tras la Segunda Guerra Mundial para preservar la paz mundial. Su arquitectura actual ya no funciona; la re

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