A solo tres meses de definir el incremento del salario mínimo en Colombia, el Gobierno ya ha comenzado a hacer cálculos. El presidente Gustavo Petro ha anticipado que el aumento para 2026, su último año de mandato, será significativo. Esta tendencia de incrementos elevados se ha mantenido no solo en su administración, sino también en la anterior.

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, ha destacado que estos aumentos han traído beneficios a la economía nacional. Se espera que el Gobierno impulse nuevamente el salario mínimo, aunque su relación con la inflación es crucial, ya que afecta los precios de diversos servicios.

Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá han analizado que, en los últimos cuatro gobiernos, el aumento real del salario mínimo en el último año de mandato ha sido mayor que en los tres años anteriores. En el gobierno anterior, el ajuste real fue casi el doble del promedio de los aumentos previos.

Los cálculos del Banco de Bogotá sugieren que, considerando una inflación proyectada de alrededor del 5% para 2025, el salario mínimo podría aumentar de $1.423.500 a $1.558.773. Sin embargo, se prevé que el ajuste podría ser aún mayor, alcanzando hasta $1.600.000, lo que representaría un incremento del 12,4%. Esto implicaría un aumento real del salario mínimo superior al 7%, el más alto en 40 años.

Aunque un aumento de esta magnitud podría mejorar el poder adquisitivo a corto plazo, se advierte que la ganancia podría verse afectada por la inflación en el mediano y largo plazo. Además, se menciona que el incremento podría ser mayor por razones políticas, como ajustes en el subsidio de transporte.

El informe del Banco de Bogotá también señala que la convergencia de la inflación al rango meta del Banco de la República, entre 2% y 4% en 2025, se ha visto limitada por el aumento de costos laborales. Esto ha impactado la inflación de servicios, que incluye áreas como la alimentación fuera del hogar y otros servicios intensivos en mano de obra.

Se prevé que el salario mínimo será un factor clave para la inflación y sus expectativas en 2026, un año electoral. Según las proyecciones, la inflación de alimentos podría ubicarse en 3,1% a finales de 2026, mientras que la de bienes podría alcanzar un 3%. En el caso de servicios, se anticipa que la inflación podría ser más alta, dependiendo de las decisiones del Gobierno.

Finalmente, el Banco de Bogotá concluye que el aumento del salario mínimo y la posible aprobación de una reforma tributaria influirán en la inflación. Si el aumento es del 12,4%, la inflación podría superar el 5% por sexto año consecutivo, lo que afectaría la política monetaria del Banco de la República.