La administración Trump está intensificando el uso de inteligencia artificial (IA) en la aplicación de leyes migratorias. Esta tecnología se utiliza no solo para rastrear a migrantes, sino también para determinar quiénes son susceptibles de deportación. La implementación de algoritmos de IA tiene como objetivo acelerar procesos que antes dependían de revisiones manuales lentas.
El director interino de Inmigración y Control de Aduanas, Todd Lyons, comparó la eficiencia de estas operaciones con la de las entregas de Amazon, afirmando: “Como Prime, pero con seres humanos”. La nueva plataforma, llamada ImmigrationOS, comenzará a utilizarse por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y permitirá a los agentes gestionar redadas, registrar arrestos y generar documentos legales desde una única interfaz.
Este sistema integra datos de diversas fuentes, incluyendo informes de actividades sospechosas y transacciones financieras, que antes se utilizaban en contextos como el antiterrorismo. Sin embargo, algunos expertos advierten sobre los riesgos asociados a la dependencia de algoritmos opacos, que podrían llevar a sesgos y a una reducción de la supervisión humana.
Steven Hubbard, científico de datos del Consejo Americano de Inmigración, señaló que los nuevos sistemas son más prescriptivos, guiando a los agentes en sus decisiones. A pesar de que la administración Biden ha comenzado a publicar informes sobre el uso de IA, la actual administración Trump está llevando esta tecnología a un nuevo nivel.
Palantir, un importante contratista del Gobierno, ha recibido casi 30 millones de dólares para desarrollar ImmigrationOS. Este sistema no solo recopila información, sino que también influye en las decisiones de aplicación de la ley, lo que ha generado preocupaciones sobre la rendición de cuentas. Un exfuncionario del DHS destacó que ImmigrationOS representa un cambio fundamental en la infraestructura de control migratorio, combinando datos de diversas agencias.
El exdirector interino del ICE, John Sandweg, comentó que la discusión no es si la IA puede ser útil, sino cómo se implementa. Afirmó que estas herramientas pueden ser beneficiosas, pero también advirtió sobre la necesidad de supervisión. La eficiencia que ofrece la IA podría, sin control, desplazar el juicio humano en decisiones críticas, afectando a personas reales en situaciones vulnerables.