Erick Noriega vivió uno de los momentos más duros de su carrera profesional durante el clásico entre Gremio e Internacional, disputado en Porto Alegre por el Brasileirao . El defensor peruano fue señalado como responsable de dos penales que desataron la polémica, y no pudo evitar quebrarse emocionalmente en pleno campo de juego. Sin embargo, en medio del difícil episodio, encontró respaldo y solidaridad por parte de su equipo.

El zaguero de 23 años mostró su lado más humano en Porto Alegre: se llevó las manos al rostro y rompió en llanto al sentir la presión y el peso de las circunstancias adversas por dos acciones involuntarias que favorecieron al rival en el derbi. Su capitán, Marcos Rocha , se acercó a calmarlo: “Respira y concéntrate, te necesito… esto es fútbol”, se pudo leer

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