Los Pirineos esconden entre sus altísimas cumbres impresionantes y preciosos pueblos de pequeño tamaño, pero de enorme encanto que son los destinos con los que cualquier apasionado del turismo rural sueña con conocer. Uno de los mejores lugares para explorar estas localidades que parecen detenidas en el tiempo es el norte de la provincia de Lleida, que oculta enclaves como el Valle de Arán, donde hay infinidad de villas sacadas directamente de un cuento de hadas.
Otro de los puntos leridanos más apasionantes es, sin duda, el increíble Parque nacional de Aigüestortes i estany de Sant Maurici; es justo ahí donde se erige el espectacular pueblo de Espot, una minúscula villa de apenas 380 habitantes que aúna a la perfección el carácter y la arquitectura típica de la región con los extraordina