Imagina que hace 10 años publicaste una foto donde estabas “de fiesta” en Facebook, sin pensar mucho en ella. Hoy aplicas para un puesto de trabajo y de pronto, esa foto vuelve a circular en grupos o incluso aparece en la primera página de Google al buscar tu nombre; o tal vez compartiste un comentario en Twitter (hoy “X”) que hoy sería políticamente incorrecto y alguien lo rescata para cuestionar tu reputación. Borraste la publicación, sí, pero el internet ya no lo olvida.

Esa es la realidad de lo que llamamos huella digital . No es un concepto abstracto, es el rastro de todo lo que compartimos en línea: fotos, videos, ubicaciones, compras en línea, comentarios y hasta likes; y no se limita a lo que publicamos de manera consciente. Existe también la huella pasiva , que son los da

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