El 4 de septiembre de 2020, un incendio en la estación de policía de San Mateo, en Soacha, dejó ocho jóvenes muertos y varios heridos. Cinco años después, sus madres, organizadas en el colectivo Rosa Negra, exigen justicia y la transformación del lugar en un centro de memoria.
En la noche del 4 de septiembre de 2020, la estación de policía de San Mateo, en Soacha, fue escenario de una de las tragedias más estremecedoras en la historia reciente de Colombia. Once hombres privados de la libertad, hacinados en un calabozo donde abundaban el calor, el sudor y el olor a podredumbre, decidieron prender fuego a una cobija para exigir condiciones mínimas de dignidad y el derecho a recibir visitas.
Lo que siguió marcó para siempre la memoria del municipio. Los policías que presenciaron el incendio