El segundo informe de gobierno de Delfina Gómez tuvo un rasgo distintivo: la presencia visible y protagónica de los pueblos originarios. No fueron solo invitados. Estuvieron en el escenario del Teatro Morelos, en primera fila y con un espacio más cercano que miembros de su gabinete y los exgobernadores priistas Arturo Montiel y Eruviel Ávila.

El Coro Otomí de Temoaya abrió la jornada con dos piezas, entre ellas El guajolote, acompañadas de la proyección de imágenes de comunidades indígenas. La gobernadora agradeció de manera especial la participación de las niñas y niños que integran el coro y reiteró la importancia que su administración les otorga.

Durante su discurso, Gómez mencionó nueve veces a los pueblos originarios. Destacó que su gobierno los reconoce como sujetos de derechos y c

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