Soy de los que creyeron que Hernán Bermúdez Requena, estaba ‘perdido’ bajo tierra o como se estila en los últimos tiempos, estaba incinerado clandestinamente, con la intención de que no declarara su participación y la de otros -sobre todo políticos- con el grupo delincuencial La Barredora en Tabasco.

El principal interesado en la suerte de Bermúdez Requena sin duda fue el Senador de la República por Tabasco y ‘corcholata presidencial’ Adán Augusto López Hernández y para no aburrirlo, usted sabe las razones.

Seguro que lo que el lector desconoce, es el ¿relajo? que trae el excandidato presidencial de origen tabasqueño en el Senado de la República que, como usted recordará, sigue siendo el Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y como tal es quien maneja las finanzas de 67 legislado

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