Pocas cosas resultan tan acogedoras como acurrucarse con tu perro bajo las sábanas. Pero lo que para muchos es un gesto de cariño, para otros es motivo de debate: ¿fortalece el vínculo o puede afectar tu descanso y la salud de ambos?

La doctora Sandra Mitchell , veterinaria con sede en EE. UU., señala que lo ideal es permitirlo solo cuando el perro está completamente entrenado y ha alcanzado cierta madurez emocional. “Es más fácil relajar las reglas más adelante que romper malos hábitos”, advierte. Un espacio propio y seguro ayuda a que el animal gane confianza; dormir contigo debería ser una elección, no una necesidad.

Beneficios emocionales

Compartir la cama con tu perro puede reforzar la relación. Varios estudios apuntan a que esta cercanía eleva los niveles de oxitocina, la llamada

See Full Page