Después de ganar el Clásico al odiado adversario, se presentaba una oportunidad de oro para el Guadalajara al tener, en la misma semana, dos partidos como local.

Los rivales no eran sencillos, pero la moral en alto y haber parado en seco a la ofensiva azulcrema, presagiaban algo muy bueno.

Primero, Tigres pagaba el juego pendiente y en el desarrollo del encuentro, Chivas llegaba, disparaba, le pegaba al poste y convertía al meta felino, Nahuel Guzmán, en la figura del encuentro.

Hasta se dieron el lujo de fallar un penal. Efraín Álvarez tuvo en sus botines los tres puntos, pero una vez más, el arquero argentino hizo valer su colmillo y calidad.

El pasado sábado, el estadio Akron se vistió de gala para recibir al actual monarca, los Diablos Rojos del Toluca.

Esta vez, ni las manos meti

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