El equinoccio de septiembre tuvo lugar el pasado lunes 22 de septiembre, marcando un momento clave del año en el que el día y la noche alcanzaron casi la misma duración en todo el planeta; es decir, 12 horas.

Este fenómeno astronómico sucede cuando el Sol cruza el ecuador celeste, dando inicio al otoño en el hemisferio norte y a la primavera en el hemisferio sur . El evento representa el equilibrio, la transformación y un cambio de ciclo tanto en el plano astronómico como en el espiritual.

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Más allá de su impacto natural, muchas creencias espirituales ven al equinoccio de septiembre como un portal energético ideal para soltar lo viejo, reconectarse con propósitos internos y equilibrar emociones.

Tras este fenómeno astrológico, todos los signos del zodiaco ex

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