El sur de China se paralizó este martes ante la llegada del supertifón Ragasa, calificado por las autoridades de Hong Kong de "grave amenaza" comparable a las tormentas más destructivas de su historia reciente.
Ragasa ya causó al menos dos muertos , derribó árboles y arrancó techos al embestir el norte de Filipinas, donde miles de personas buscaron refugio en escuelas y centros de evacuación.
Según el servicio meteorológico de Hong Kong, Ragasa avanza en dirección oeste con vientos máximos de 205 kilómetros por hora.
Las autoridades climatológicas de esa ciudad semiautónoma china emitieron la alerta T8, el tercer nivel más alto de tifón , por lo que el transporte se suspendió y los comercios cerraron.
"Se prevé que el clima se deteriore rápidamente durante la noche, con vi