El sistema de pulseras antimaltrato lleva funcionando en España desde 2009. Su objetivo es sencillo: proteger a las víctimas de violencia de género alertando si su agresor se acerca. Pero, según un informe al que ha tenido acceso ' El País ', no todo funciona como debería. En diciembre de 2024, en una reunión con el centro Cometa, representantes del Ministerio de Igualdad y de Vodafone reconocieron que algunas pulseras no cumplían el contrato : por ejemplo, al sumergirse en agua, no resistían más de un metro.
El Poder Judicial ya había avisado de estos fallos, Igualdad también… pero siempre a puerta cerrada , sin que asociaciones de víctimas ni otros expertos pudieran participar.
El mensaje es claro: mejorar el sistema es proteger vidas , pero ¿es posible "blindarlo"? S