El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, intervino el 23 de septiembre en la 80ª Asamblea General de la ONU, expresando preocupación por las amenazas de EE.UU. contra Venezuela y defendiendo el diálogo como vía para resolver tensiones con el país bolivariano.

Rechazó intervenciones externas que generan crisis humanitarias y reafirmó la prioridad de mantener América Latina y el Caribe como zona de paz, libre de conflictos étnicos, religiosos y armas de destrucción masiva, en un contexto de creciente polarización.

Lula criticó la inclusión de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo y defendió el derecho de Haití a un futuro sin violencia. Propuso combatir el narcotráfico mediante cooperación internacional contra el lavado de dinero y el tráfico de armas, no equip

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