La reciente visita del chef Issam Koteich a Lima, invitado por su colega Juan Luis Martínez al restaurante Clon, fue una oportunidad para entender el alcance de un proyecto que se ha posicionado en la alta gastronomía venezolana. Su propuesta no solo ha redefinido el uso de un ingrediente, sino que ha logrado un reconocimiento que trasciende las fronteras.

El restaurante Cordero, en Caracas, es el resultado de una visión que se ha consolidado con el tiempo. Koteich, originario de Machiques, una zona con tradición ganadera en Venezuela, inició su formación en el País Vasco, una región conocida por su alta cocina y el respeto al producto. Esta etapa inicial le proporcionó las bases técnicas. Posteriormente, su experiencia en Dubái le aportó una perspectiva global, que se nutre de diversas i

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