Cada visita de los hinchas argentinos a Brasil genera problemas y violencia. Lo sufren todos, pero no suele haber soluciones. Este martes, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, les tocó a los de Lanús, que fueron reprimidos por la Policía brasileña durante el entretiempo del encuentro contra Fluminense, en la revancha de los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Con el antecedente fresco de la barbarie entre Independiente y Universidad de Chile, que terminó con la eliminación del ’Rojo’ por decisión de la Conmebol, los fanáticos del ’Granate’ se enfrentaron cuerpo a cuerpo con los efectivos policiales, en un lugar donde estaban las familias de los futbolistas, que le pidieron al árbitro Jesús Valenzuela que no se inicie el segundo tiempo.

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