En el silencio aplastante de una sala de estar en el condado de Nassau, las lágrimas de una mujer hondureña se mezclan con palabras que desgarran el alma: «No tenía ninguna enfermedad. Estaba bien. Queremos saber la verdad de lo que pasó, ¿por qué murió en sus manos?».

Por Lux Fer

Son las palabras de la hermana de Santos Edilberto Banegas Reyes, un inmigrante hondureño de 42 años, robusto trabajador de la construcción, que salió de casa el pasado miércoles 17 de septiembre, rumbo a su trabajo cotidiano. Nunca regresó. Dieciocho horas después de ser arrestado por ICE, en Hempstead, su cuerpo yacía sin vida en el Centro Correccional del condado de Nassau.

La versión oficial de ICE es que la «causa de la muerte de Banegas Reyes sigue bajo investigación. Sin embargo, la causa preliminar par

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