La derrota en el Congreso, no por no ser esperada, ha supuesto un duro revés para Carles Puigdemont. Perder esa votación le ha mandado una señal clara de que su margen de influencia sobre el Gobierno de Pedro Sánchez empieza a resquebrajarse. La proposición de ley para delegar en la Generalitat competencias sobre inmigración, acordada entre Junts y el PSOE, ha sido rechazada en la Cámara Baja por 177 votos frente a 173. Más allá de que la medida no salga adelante, es una demostración de que los siete diputados de Junts son irrelevantes si el resto del bloque de investidura no rema en la misma dirección.
La alianza circunstancial entre PP, Vox, UPN, Podemos y dos diputados de Sumar (Jorge Pueyo y Alberto Ibáñez) ha bastado para tumbar una medida clave para Junts. Desde el inicio de la legi