Anidado entre las montañas de la Serra de Tramuntana, el encantador pueblo de Valldemossa sigue consolidándose como uno de los destinos más mágicos y fotogénicos de Mallorca . Con sus calles empedradas, fachadas cubiertas de flores y un aire bohemio que flota en cada rincón, este rincón mallorquín parece sacado de un cuento.

El núcleo urbano de Valldemossa conserva intacta su esencia tradicional con calles empedradas y casas de piedra adornadas con flores que crean un ambiente idílico difícil de encontrar en otros puntos de la isla. La Cartuja, antiguo monasterio del siglo XIV, se erige como el principal monumento histórico de la localidad, habiendo sido testigo de la estancia de personajes ilustres como Frédéric Chopin y George Sand durante el invierno de 1838-1839. Este episodio

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