En el Perú, la discriminación, ya sea por raza, etnia, orientación sexual, género, religión o discapacidad, constituye un delito tipificado en el Código Penal. A pesar de ello, de vez en cuando, resaltan en medio del contenido diverso en redes sociales casos en los que peruanos agreden con insultos discriminatorios a otros ciudadanos.
El hecho ocurrido en un bus del Metropolitano, donde una mujer lanzó insultos racistas contra otros pasajeros, representa un episodio más que da cuenta de esa herida aún latente en nuestra sociedad. Y para superar taras como ese tipo de comportamientos, el primer paso es reconocerlos.
El insulto discriminador no solo afecta la dignidad y derechos de quienes lo sufren, sino que socava la convivencia en comunidad. Cada insulto y cada restricción injustificada