Cuando comemos mandarinas , lo primero que solemos hacer es tirar la cáscara a la basura. Sin embargo, ese simple gesto significa desaprovechar un recurso natural con múltiples usos en la limpieza y el cuidado del hogar.
Combinadas con alcohol , las cáscaras de mandarina se convierten en un aliado económico, ecológico y muy efectivo para mantener la casa limpia, desinfectada y con un aroma fresco.
Cómo preparar la mezcla de mandarina y alcohol
La receta es sencilla y requiere muy pocos pasos:
Reuní las cáscaras de varias mandarinas y colocalas en un frasco de vidrio limpio.
Agregá alcohol etílico hasta cubrirlas por completo.
Cerrá el frasco y dejalo reposar entre 5 y 7 días en un lugar fresco y oscuro.
Colá el líquido y pasalo a un pulverizador para facilitar su uso.
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