“Nos deja el legado de una mujer libre y llena de inspiración, tanto en su trayectoria de mujer como de artista”, expresó su representante, Laurent Savry, a la agencia AFP.

Nacida en Túnez en 1938, en el seno de una familia de origen siciliano, Cardinale dio sus primeros pasos en el cine tras ganar un concurso de belleza en 1957 que le abrió las puertas de Roma. Su inconfundible voz grave y su magnetismo en pantalla marcaron el inicio de una carrera que pronto la convertiría en una de las actrices más destacadas de Europa.

Su consagración llegó en los años 60 con películas emblemáticas como Ocho y medio (1963) de Federico Fellini, El Gatopardo (1963) de Luchino Visconti y Érase una vez en el Oeste (1968) de Sergio Leone. También brilló en producciones internacionales como La Pantera Rosa

See Full Page