El material plástico recolectado es vendido por la Fundación Iluminando Corazones a Niños con Cáncer, y los recursos obtenidos se destinan a cubrir necesidades básicas de las familias, como viáticos, hospedaje y alimentos, gastos que muchas veces se vuelven imposibles de solventar durante el proceso de atención médica de los menores.
Jorge Mar Gea, presidente de la agrupación comentó que la solidaridad sigue creciendo en Reynosa, donde escuelas y empresas se han sumado activamente al programa de recolección de taparroscas.
“Esta iniciativa busca transformar pequeños actos en grandes ayudas para familias que enfrentan la lucha contra el cáncer infantil”, dijo.
La respuesta de la comunidad ha sido positiva, ya que cada día más instituciones educativas y centros laborales instalan puntos d