En medio de la “ tensión económica ” de estos días, sobresalió el dato respecto a la morosidad de los hogares argentinos en préstamos y tarjetas de crédito donde, según el BCRA, en julio la irregularidad en los créditos familiares trepó al 5,7%, la cifra más alta desde que la autoridad monetaria comenzó a medirla en enero de 2010.
En junio, el porcentaje había sido del 5,1%, siendo el noveno mes consecutivo de aumento y refleja el deterioro de la capacidad de pago en plena crisis de consumo.
Así, l os créditos personales encabezan el ranking de incumplimiento: pasaron del 6,5% al 7,3% en un mes. En tanto, las tarjetas de crédito escalaron del 4,9% al 5,3%. El BCRA atribuye parte de este incremento a la volatilidad de las tasas de interés, que encareció los préstamos y frenó la dema