A favor de la formalidad. Aunque se habla mucho de los problemas de la informalidad, quizás sea más importante darle una mirada positiva a la formalidad para apoyarla, para protegerla y hacerla más atractiva y creciente.
¿Proteger a los formales? ¿Para qué? Diría usted, paisano, paisana. Porque si bien la informalidad permite sobrevivir a millones de personas, es claro que la formalidad es la que aporta la estabilidad a la sociedad. Así deberían verlo, por ejemplo, los funcionarios municipales, de las empresas públicas o del fisco, que hoy controlan mucho a la minoría de empresas que son formales, pues no pueden acceder a las informales, que según el Ministerio de la Producción son más del 80 % del tejido empresarial.
Sin duda deben controlarlas, pero más que solo castigarlas, les conv