El titular es de los que hay que leer dos veces porque resulta difícil de creer . Los hechos se remontan al año 2022. Las dos mujeres se conocieron porque la víctima desarrollaba servicios como tarotista y la acusada acudió a ella. Su relación se fue afianzando y se convirtieron –en teoría– en buenas amigas.
Esa supuesta amistad fue aprovechada por la ahora acusada para convencer a la víctima de que sobre ella recaía una condena de prisión que solo podría evitar realizando trabajos en beneficio de la comunidad . Aunque en realidad, la única que se beneficiaba ahí era ella, ya que esos trabajos consistían en encargarse de sus tres hijos menores y hacer las labores de su casa .
¿Cómo logró tal engaño? Pues en primer lugar, según recoge el escrito de acusación, se puso en contacto co