No hace falta decir que la memoria es caprichosa. Posiblemente te hayas lamentado de los 1025 Pokémon o canciones absurdas que solo has escuchado que, por ejemplo, lo que te enseñaron en el instituto. Y es que, para sobrevivir, no necesitábamos tener una memoria absolutamente perfecta. De hecho, olvidar es bueno, nos ayuda a organizar y que los más superfluos no “molesten”. Para sobrevivir necesitábamos recordar lo importante… ahora bien: ¿Qué es lo importante? En nuestro cerebro no hay un pequeño duende valorando qué recuerdos podrían ser más útiles. Debe existir algún truco automático, alguna característica de nuestras vivencias que tienda a relacionarse con su importancia para la supervivencia y que permita a priorizar las correctas de forma mecánica, como quien dice.
Efectiva