Se hundió en la Comisión Cuarta del Senado la ponencia del gobierno que proponía un presupuesto de 557 billones de pesos, financiado con una reforma tributaria de 26 billones. La votación quedó 5 contra 4, lo que frenó la iniciativa.
“No hemos evaluado un plan B”, dijo el ministro de Hacienda, Germán Ávila, al preguntarle por el próximo escenario si no era aprobada en el Congreso.
¿Y ahora qué? Si el gobierno insistía con los $556,9 billones y la tributaria, pero el Congreso no se lo aprobaba, quedaba facultado para sacarlo por decreto. Una movida que patentó en 2024 y que no se le cayó en la Corte Constitucional a pesar de que sectores de oposición buscaron tumbarla con dos demandas.
Agarra fuerza la ponencia intermedia. Presentada por la representante verde, Olga Lucía Velásquez