Por Davis Orellana

El pasado 21 de septiembre se convirtió en un día de celebración, en la plaza Ernesto Estrada, en el corazón de la Villa de Westbury, donde se vivió una fiesta en el marco de la celebración del Mes de la Herencia Hispana, organizado por parte de la alcaldía, el consejo asesor latino y el consejo de las artes, donde la comunidad demostró que su espíritu trasciende etiquetas y que su diversidad es una fuente de fortaleza que enriquece a toda la nación.

La riqueza de la convivencia

En un mundo donde a menudo algunos buscan dividir y categorizar, Westbury mostró que la verdadera riqueza reside en la convivencia, en el compartir y en valorar nuestras diferencias. Banderas, idiomas, sabores y tradiciones de distintas partes del mundo se mezclaron en un solo corazón latino,

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