Dos hombres que escaparon de Turkmenistán, uno de los estados más secretos y represivos del mundo, contaron a AFP cómo fueron torturados, golpeados y violados allí por el «crimen» de ser gais.
Cuando esta república centroasiática rica en petróleo y gas aparece en las portadas, suele ser por las excentricidades de su «Líder Nacional» y «Héroe Protector», Gurbanguly Berdimukhamedov.
Este dentista convertido en autócrata, que escribe poemas sobre su caballo y cuyo equipo de fútbol nunca ha perdido un partido en la liga local, es un fanático de la salud. Tanto que su hijo Serdar, el actual presidente, planea «erradicar el tabaquismo» en el país para finales de año.
Pero detrás de las estatuas monumentales y la ciudad de mármol de Arkadag («Héroe Protector» en turcomano), construida en honor