La Casa de Windsor atraviesa una nueva tormenta mediática y, en medio del huracán, el príncipe Guillermo ha decidido actuar con determinación. La reciente difusión de correos electrónicos entre y Jeffrey Epstein, cuando este ya había sido condenado, ha generado un revuelo sin precedentes en la opinión pública y ha colocado al heredero al trono británico en una posición delicada. Según fuentes del Palacio de Buckingham, Guillermo no duda en calificar a su tío y a la exduquesa de York de "una vergüenza" y presiona a su padre, Carlos III, para que adopte medidas definitivas.

El foco de la polémica está en la actitud de Ferguson y frente a la familia real. Aunque el príncipe Andrés ya no ostenta un rango oficial dentro de la monarquía, su presencia en actos privados -como el funeral d

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