A hombros , con una sonrisa enorme en la cara y con todo un pabellón coreando su nombre . Así vivió Mariona Ortiz los instantes posteriores a que Casademont Zaragoza lograra la gesta, remontara 21 puntos y brindará una noche mágica que quedará para la historia. Un milagro que adoptó en mayor medida el nombre de una capitana rojilla que fue, una vez más, la heroína que el cuadro de Carlos Cantero necesitaba con 26 puntos, 9 asistencias y un 31 de valoración.
Porque cuando nadie parecía creer, Mariona convirtió lo imposible en posible . En un segundo cuarto donde Casademont tuvo sus peores momentos y se atascó en ataque , la base comenzó a fraguar lo que a posteriori sería una actuación única . Cuatro puntos y dos asistencias en los últimos cinco minutos del segundo parci