Un objeto tan común en un campo de golf, y tan necesario especialmente en semanas como esta, con una previsión pasada por agua, como es un paraguas estará prohibido en la primera jornada de la Ryder Cup. El motivo es bien sencillo, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, no quiere perdérselo y las medidas de seguridad serán este viernes extremas.
Trump, buen aficionado del golf y dueño de varios campos alrededor del mundo, incluidas las Islas Británicas, con Turnberry o Trump Aberdeen como ejemplos, no es ajeno a las grandes competiciones deportivas y no hay muchas con la dimensión de una Ryder Cup.
Hay previsión de lluvia pero los paraguas estarán prohibidos
La visita del presidente ha provocado que la organización del torneo intente evitar un caos de seguridad y ha empezado a