Un caso reciente en redes sociales ha puesto en evidencia los riesgos de adquirir computadoras sin verificar sus especificaciones técnicas. Un padre, con la intención de regalar a su hijo una PC gamer capaz de ejecutar los títulos más exigentes, pagó 1.200 dólares por lo que creyó era un equipo moderno. Sin embargo, al revisar los componentes, descubrió que la máquina estaba ensamblada con piezas de hace más de una década.
En la actualidad, ese precio suele alcanzar para una configuración de gama media-alta. Ese presupuesto es suficiente para acceder a una tarjeta gráfica de la familia RTX 40 de Nvidia y procesadores Intel o AMD de reciente generación, aptos para ejecutar videojuegos en resolución Full HD o incluso 2K con fluidez, además de ofrecer compatibilidad con tecnologías como e