"El dinero crece en el árbol de la paciencia", dice el refranero. Y por muy moderno que suene esto de invertir, lo cierto es que no deja de ser otra forma de ahorrar . Tradicionalmente, cuando en una familia nacía un bebé, se le abría una cuenta de ahorro para que cuando fuese más mayor tuviese un colchón en el que impulsarse. Los tiempos han cambiado y también las tradiciones financieras, de ahí que nos hayamos preguntado si lo inteligente en los tiempos que corren es regalarles un fondo de inversión.
Nos guste más o menos, el dinero abre puertas. Si aceptamos que el tiempo es nuestro recurso más valioso y que ese tiempo se compra con dinero, entendemos la importancia de comprender el funcionamiento del dinero desde bien pequeños. Para asesorarnos en esta ocasión recurrimos a Carla