Más allá de postales, reels y likes en el centro de Bilbao palpitan las almas de decenas y decenas de negocios . Basta enfocar con los ojos, sin el smartphone en la mano, para descubrir un inventario casi infinito de tiendas de todos los colores y tamaños, con más o menos historia cuando se cierra la puerta, pero dispuestos a seguir levantando la persiana todos los días que haga falta. Y es que Bilbao en sí es una experiencia real. Recorrer las calles. Detenerse frente a los escaparates. Atreverse a entrar a un comercio. Ver, preguntar, comprar…
Y ahora, desde BilbaoCentro quieren hacer hincapié en esos otros atractivos que tiene la ciudad y que pueden complementar, perfectamente a los más trillados de la cultura, el ocio, la gastronomía… Para ello han ‘apadrinado’ una campaña que