Marc Márquez ya sabe lo que es ganar el título de MotoGP en el circuito de Motegi. De hecho, tres de sus seis coronas en la máxima categoría las amarró aquí, en un trazado que es propiedad de Honda. Por lo que la fiesta era completa cuando lo conseguía delante de toda la cúpula de su anterior equipo. De lograrlo este año, será diferente por varias razones. Porque será el primer título vestido de rojo Ducati, porque llegará antes que nunca, con cinco carreras de margen, lo que da una idea de su excelsa temporada y, sobre todo, porque romperá una sequía de cinco años (el último lo logró en 2019), tras pasar un infierno de lesiones y operaciones que estuvo cerca de retirarlo.
«El valor de un título es el mismo, pero diría que en 2013 conseguí el más importante por ser el primero. También por