Albacete, tierra de contrastes y sorpresas patrimoniales, esconde entre sus sierras, llanuras y pequeños pueblos auténticas joyas históricas y artísticas que a menudo pasan desapercibidas. Más allá de su paisaje natural, la provincia guarda un valioso legado arquitectónico y religioso que merece ser descubierto con calma.

Un buen ejemplo de ello es la Ermita de Nuestra Señora de Belén, en el municipio de Liétor, una construcción del siglo XVI que destaca tanto por su historia como por su singularidad artística. Levantada en 1570 y declarada Bien de Interés Cultural en 1976, esta pequeña iglesia sorprende por la riqueza de su interior, decorado con lo que muchos expertos consideran la mejor colección de pintura popular del siglo XVIII en toda España.

Los murales, realizados entre 1734 y

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