Hace una semana, saltó la alarma: las pulseras antimaltrato , uno de los mecanismos más visibles para proteger a las víctimas de violencia de género, podrían haber fallado . Lo que comenzó como una noticia apenas mencionada en los pasillos del Congreso se convirtió en una semana de versiones contradictorias, cifras cambiantes y declaraciones que apenas aclaran qué ocurrió y a quién afectó.

El pasado miércoles 17 de septiembre, el Partido Popular llevó el asunto al hemiciclo , alertando de que "cientos de mujeres quedaron desprotegidas" . Ante esto, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, pasó de puntillas por el tema , asegurando que los fallos eran "agua pasada" y que la noticia "estaba obsoleta" . En los pasillos del Congreso insistía: no había motivos para alarma.

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