El Celta volvió a catar las mieles de la competición europea más de ocho años después, pero deberá esperar para puntuar de nuevo en el Viejo Continente después de la derrota ante el Stuttgart, cuya superioridad durante buena parte del partido tradujeron al marcador los goles de Bouanani y El Khannouss, capaces de reducir la meritoria resistencia gallega previa al descanso, diluida por completo tras la pausa. La reacción celeste, tardía, permitió el gol de Borja Iglesias, que dotó de emoción al tramo final del encuentro pero acabó por ser insuficiente.

Un debut europeo en la siempre difícil Alemania ya se perfilaba complicado para un Celta cuya última experiencia continental databa de la histórica semifinal de la Europa League en la campaña 2016-17, en la que rozó la hazaña ante el poderos

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