El hígado es uno de los órganos con mayor capacidad de regeneración en el cuerpo humano, pero también uno de los más expuestos a toxinas y malos hábitos. En la búsqueda de alternativas naturales para fortalecerlo, las semillas de papaya han comenzado a llamar la atención.
Aquello que suele terminar en la basura al abrir la fruta encierra compuestos capaces de aportar beneficios significativos a la salud hepática. En estas pequeñas esferas de sabor amargo y picante se concentran enzimas como la papaína y la carpaína, junto con flavonoides y otros antioxidantes.
Estos componentes ayudan a reducir la inflamación, combatir el daño oxidativo y facilitar la desintoxicación del organismo. Por eso, se han convertido en un aliado para quienes buscan cuidar su hígado de manera natural.
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