Una pasajera denunció en redes sociales una experiencia que calificó como “indignante” tras pagar un suplemento de 30€ por asientos con espacio extra para las piernas en un vuelo de más de cuatro horas con destino a España y descubrir que no pudo disfrutarlos . El motivo: una familia se instaló delante de ella y utilizó esa zona como si fuera su área de recreo personal . Viajaba con su hermana y su sobrina , quienes también habían pagado por los asientos en la fila de salida de emergencia .

Durante gran parte del trayecto, un hombre y sus dos hijos permanecieron de pie justo frente a sus rodillas, impidiéndole estirar las piernas y limitando su comodidad. Los niños, relató, parecían fascinados por la ventilación y la ventana de la salida de emergencia , mientras el

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