Miguel Ángel Torres ha renunciado a su cargo como administrador provisional de Sport Boys, solo un día después de haber sido designado por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT). La decisión de Torres se produce en medio de una fuerte controversia y rechazo por parte de las facciones oficiales del club, lo que lo llevó a priorizar su bienestar y seguridad.
En un mensaje publicado en su cuenta oficial de X, Torres explicó: “Soy de los que creen que, cuando no eres bien recibido en un lugar, lo mejor es no forzar las cosas y tomar otro rumbo”. Aclaró que su intención nunca fue buscar poder o beneficio económico, sino ofrecer apoyo sincero a la institución. Sin embargo, la presión de las barras, especialmente de la Juventud Rosada, fue determinante en su decisión.
La barra expresó su desacuerdo con la llegada de Torres, argumentando que no contaba con el respaldo económico necesario para asumir el cargo y acusándolo de presentar documentación falsificada. En un comunicado, exigieron su renuncia inmediata para dar paso a otros postulantes que sí cumplan con los requisitos.
Torres, quien había mostrado entusiasmo por asumir el reto, se encontró con una situación adversa. En declaraciones a L1MAX, mencionó haber recibido amenazas de muerte, lo que intensificó su decisión de alejarse del cargo. “Me acaba de llegar un video en el cual hay una pistola y amenazándome de muerte si sigo como administrador”, afirmó.
La SUNAT había designado a Torres tras un proceso en el que participaron nueve postulantes. Su renuncia obliga a la entidad a buscar nuevamente un nuevo administrador temporal en medio de la crisis que atraviesa el club.
Adrián Alcócer, quien ocupó el cargo anteriormente, renunció en septiembre de 2025, dejando un legado de reestructuración y mejoras en la gestión del club, aunque también enfrentó limitaciones financieras. La situación institucional de Sport Boys sigue siendo un tema pendiente que necesita resolverse para garantizar estabilidad a largo plazo.