En medio de las frutas que abundan en góndolas y mercados, hay una que se destaca por su color, textura y sabor entre dulce y ácido: el kiwi . Aunque se lo asocia fácilmente con regiones como Nueva Zelanda o Italia, su origen remite a China , donde todavía crece silvestre en zonas montañosas.
El kiwi guarda en su interior una pulpa verde brillante , rica en semillas diminutas y con un perfume particular. Su sabor combina dulzura con una acidez refrescante, lo que lo vuelve ideal para acompañar otros ingredientes sin opacarlos.
Muchos lo consumen como parte de su rutina alimentaria sin pensar en lo que aporta. Sin embargo, su composición revela beneficios que van más allá del paladar . Estudios recientes lo ubican entre los alimentos más densos en micronutrientes.
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