En Argentina, la red de supermercados e hipermercados constituye un eje fundamental para la vida diaria y la economía nacional. Estos grandes centros comerciales, con su amplia gama de productos que incluyen alimentos, artículos de limpieza, productos de higiene personal y para el hogar, se posicionan como los principales puntos de abastecimiento para millones de argentinos. Su rol trasciende el mero comercio minorista, representando un mecanismo estratégico para la estabilidad del mercado interno y el desarrollo regional.
La vasta oferta de los supermercados e hipermercados permite que los consumidores accedan a numerosos bienes esenciales en un solo lugar, lo que facilita la dinámica de consumo y asegura una oferta diversificada y constante. Esta concentración de productos genera una es