Agustín Rossi se quedó con el penal de Santiago Ascacíbar, uno de los mejores durante los 90 minutos, y eliminó a Estudiantes de la Copa Libertadores. Sin embargo, en La Plata no hay silbidos ni abucheos. Al contrario. Los hinchas se rompen las palmas para aplaudir a sus jugadores. Hay bronca porque vieron de cerca la hazaña de tumbar al poderoso Flamengo , pero al mismo tiempo sienten orgullo por un equipo en el que se vieron representados.

El Pincha de Eduardo Domínguez se contagió de la fiesta que su público armó en el estadio UNO , jugó con intensidad y con la personalidad que requería tan trascendental encuentro, aunque sin brillar, y mostró la inteligencia que su barbudo entrenador reclamaba en la previa. Fue consciente desde el primer minuto del poderío ofensivo de s

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