El macabro hallazgo de los cuerpos de tres jóvenes de entre 15 y 20 años en una casa de Florencio Varela dejó al descubierto un entramado de narcotráfico y prostitución que se extiende a lo largo del Conurbano Bonaerense y la Capital Federal.
Ni bien aparecieron los cuerpos, Mauro Szeta descubrió en el ciclo de Sergio Lapegüe que una de las chicas asesinadas, Lara Morena Gutiérrez (15), había hablado con ellos en vivo desde el barrio porteño de Flores, donde los vecinos la denunciaban a la Policía por ejercer la prostitución y la venta de narcóticos a bordo de un automóvil.
En ese momento, la joven le aseguró al cronista Martín Salwe, al propio Szeta y a Lapegüe que su nombre era Luna y que tenía 20 años , y ahora el periodista de policiales analizó que quiso hacer Lara en aque